Maestros alemanes del Derecho público

El profesor Sosa Wagner, Catedrático de Derecho Administrativo, bien conocido (y conocido para bien) no sólo en esa su condición institucional, sino también como literato de voz personal y articulista chispeante, ha dado esta vez a la imprenta una obra singular, en dos volúmenes, Maestros alemanes d...

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Main Author: García Amado, Juan Antonio
Format: Article
Language:Spanish
Published: Universidad Pontificia Bolivariana 2008
Online Access:https://dialnet.unirioja.es/servlet/oaiart?codigo=5212502
Source:Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, ISSN 0120-3886, Nº. 108, 2008, pags. 243-248
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Summary: El profesor Sosa Wagner, Catedrático de Derecho Administrativo, bien conocido (y conocido para bien) no sólo en esa su condición institucional, sino también como literato de voz personal y articulista chispeante, ha dado esta vez a la imprenta una obra singular, en dos volúmenes, Maestros alemanes del Derecho público. Singular por su original contenido, del que pronto daremos breve cuenta, y singular también por lo que tiene de empeño romántico que dice más de su autor que del posible auditorio. En efecto, que alguien del prestigio y bien ganada fama de Sosa Wagner se entregue a la paciente y erudita reconstrucción de la obra y la biografíade los grandes iuspublicistas alemanes, que tanto han marcado la pauta del Derecho contemporáneo en todo el mundo, dice mucho de un modo de concebir la teoría jurídica muy alejado de la descontextualizada y fría enumeración de normas y conceptos, tan habitual en nuestras malhadadas Facultades de Derecho, y da testimonio de algo que debería ser nuestra consigna primera: que ni los conceptos jurídicos caen del cielo (esto ya lo dijo el segundo Jhering, sí, pero con poco éxito en nuestras Facultades) ni las normas las inventan angelitos o demiurgos jurídicos, sino que unos y otras son fruto de la historia, los intereses, las contiendas y la vida, en suma, y que nada se entiende verdaderamente de aquello si no se sabe algo de esto otro; que no hay del Derecho mayor ignorante que el que recita artículos y sentencias sin tener ni lejana idea de su origen y su porqué, por mucho que lo primero baste para hacerse con Notaría, y hasta con Cátedra.